lunes, 16 de junio de 2014

DICTADURA DE ECUADOR 1972


By on 8:27 p.m.

Lunes, 11/11/2013
Problemas del mundo contemporáneo
TOMÀS ALVARO
DEBER N
1.-Investigar sobre las dictaduras en un país de Latinoamérica.
DICTADURA DE ECUADOR 1972
Guillermo Rodríguez Lara
El General de División Guillermo Rodríguez Lara es un militar y político ecuatoriano. Fue el hombre fuerte y dictador de Ecuador durante un lapso de casi cuatro años, tras el derrocamiento pacífico de José María Velasco Ibarra. Gobernó el país desde el 15 de febrero de 1972 hasta el 11 de enero de 1976.

Asumió el poder en virtud de ser el oficial más antiguo al momento en que las Fuerzas Armadas del Ecuador decidieron intervenir políticamente y dar un golpe de Estado para establecer un gobierno que se autodenominó arbitraria y unilateralmente "nacionalista y revolucionario", cuyo objetivo era controlar e invertir los cuantiosos ingresos producidos por la exportación de petróleo que se comenzaron a percibir a comienzos de la década de los setenta, coincidiendo esto con la crisis energética mundial que aquejó al mundo por aquellos años, y que en lo principal afectó a Europa y Estados Unidos. Su asunción al poder se dio en medio de un ambiente bastante convulsionado e incierto, y debido a que se quiso evitar la celebración de unas elecciones generales cuyo ganador ya se sabía de antemano. Con ello se logró impedir que Assad Bucaram participara y ganara en las elecciones de 1972. En un principio se pensó, e incluso pareció, que el gobierno de Rodríguez Lara iba a ser de una tendencia marcadamente progresista o izquierdista, mas esto no se cumplió y el paso del tiempo se encargó de rectificar dicha creencia. Finalmente no se cumplieron las expectativas iniciales de cambio que se depositó en el nuevo gobernante, lo cual produjo un desgaste inevitable e irreversible de la gestión del general Rodríguez Lara, circunstancia que culminó con su alejamiento definitivo del poder.

Algunos antecedentes políticos relacionados con el golpe
Como Comandante General del Ejército propició, autorizó y lideró un golpe de estado incruento y exilió arbitrariamente al anterior presidente, José María Velasco Ibarra, a Buenos Aires, Argentina. Esto se debió al complejo momento político que vivía el Ecuador en ese momento, el cual incluía el peligro inminente de que estallara una guerra civil debido a la polarización de las facciones que pretendían llegar al poder. El país estaba a las puertas de unos comicios generales que nunca se celebraron, y en los que el casi seguro ganador habría sido Assad Bucaram, personaje populista y con mucha llegada entre la clase trabajadora que no era del gusto de la oligarquía criolla, de los sectores conservadores ni de la cúpula de las fuerzas armadas. Bucaram militaba activamente en un partido denominado Concentración de Fuerzas Populares (CFP), carente de una ideología concreta, del cual era su líder más visible y combativo. Ninguno de sus contendores exhibía el arrastre y la fuerza electoral que a éste se le atribuía, si bien por esos años las encuestas de opinión o de intención de voto prácticamente no existían en el Ecuador. El análisis empírico de la situación sugería que Bucaram iba a ganar sin contrapesos. Su verborrea encandilaba a las masas populares, pese a ser considerada vulgar y poco refinada para el segmento más educado de la población de Ecuador.

Previamente, el presidente Velasco Ibarra se había declarado dictador en 1970, disolviendo a partir de ese instante el parlamento, creándose, de esa manera, las condiciones que condujeron a culminar en febrero de 1972 con la toma del poder de parte de los militares ecuatorianos. Pese a todo, la interrupción del proceso democrático fue inesperada y tomó por sorpresa a los actores políticos del país, los cuales casi ni reaccionaron. La democracia apenas había alcanzado a durar unos pocos años, desde que la Junta Militar dirigida por el contralmirante Ramón Castro Jijón fuera obligada a renunciar tras una violenta revuelta popular. Y de los tres presidentes que sucedieron a la Junta Militar hasta el golpe de Rodríguez Lara, solo uno, Velasco Ibarra, fue elegido en las urnas. Los otros dos, Clemente Yerovi Indaburu y Otto Arosemena Gómez, accedieron a la presidencia en circunstancias completamente diferentes y en calidad de mandatarios interinos.

Golpe de estado y llegada de Rodríguez Lara al poder.
De alguna manera, estas circunstancias, en gran parte imprevistas, empujaron a las fuerzas armadas a tomar la decisión de intervenir activamente en el destino del país, dándose el 15 de febrero de 1972 un golpe de estado incruento e inesperado, el que fue ejecutado materialmente por un oficial de la Armada del Ecuador, el comandante Jorge Queirolo Gómez, pero que llevó finalmente al general Guillermo Rodríguez Lara al poder. El golpe en sí sucedió en la ciudad de Guayaquil, sin que se produjeran hechos de violencia, hubiera víctimas o heridos que lamentar y sin que se disparara ni un solo tiro. El despliegue militar fue mínimo y pasó prácticamente inadvertido. Todo ello se dio gracias a la pericia del comandante Jorge Queirolo, quien, pese a ser el que ejecutó materialmente el derrocamiento de Velasco Ibarra, solo asumió el poder por unas pocas horas, cediéndolo casi de inmediato, durante la madrugada, al general Rodríguez Lara. Cabe resaltar que el ejército no reaccionó frente al golpe ni tampoco intentó detenerlo, pese a que en Guayaquil disponía de los efectivos suficientes como para hacerlo. El factor sorpresa también estuvo ciertamente presente, pues los sucesos se dieron durante el Martes de Carnaval, al anochecer, en medio de un feriado tradicional en el Ecuador, en momentos en que el país estaba de fiesta y con la mayor parte de los ecuatorianos dedicados a descansar. Prácticamente nadie estaba pendiente del acontecer político o siquiera de las noticias. La oficialidad del ejército acantonada en Guayaquil, concretamente los que estaban asignados a la Brigada de Infantería Guayas, situada entonces cerca del centro de la ciudad, no fue la excepción. Durante esa jornada solo había unos pocos soldados más un oficial de guardia presentes, para quienes el golpe pasó totalmente desapercibido.

Ese mismo día, Velasco Ibarra fue expulsado de Ecuador y obligado a abordar un avión de la Fuerza Aérea del Ecuador (FAE) que lo trasladó a Panamá, país desde donde partió a su exilio definitivo en Argentina, de donde regresó a Ecuador en 1978 tras la muerte de su esposa Corina del Parral. Se instauró entonces una era relativamente breve de gobiernos militares que, en total, considerando a los sucesores del general Rodríguez Lara, dirigió durante algo más de siete años los destinos del Ecuador, hasta que se produjo el retorno definitivo a la democracia el 10 de agosto de 1979, con la asunción de Jaime Roldós Aguilera.


La presidencia

El General Rodríguez se definió políticamente, en su momento, como un ecuatoriano de izquierda moderada y con afanes claramente progresistas, pero sin tendencias totalitarias, marxista-leninistas o prosoviéticas. Su gobierno se caracterizó por ser abiertamente diferente a las dictaduras militares imperantes en el cono sur durante la década de los 70, pues la represión que hubo fue más bien menor. Esa represión estuvo muy focalizada en ciertos opositores y no se reportaron casos confirmados de desaparecidos políticos entre 1972 y 1976. De hecho, muchos chilenos que huían de la violencia de la dictadura de Augusto Pinochet se exiliaron sin problemas en Ecuador, entre 1973 y 1976. No obstante, Rodríguez Lara tampoco estaba de acuerdo en renunciar a gobernar en favor de la instauración de un sistema democrático. Pasada la luna de miel, después de 1972, los partidos políticos pedían o pretendían un pronto retorno al orden constitucional. Rodríguez Lara fue terminante: "No permitiré que los partidos políticos se conviertan en tutores del gobierno".
En lo gubernamental Rodríguez Lara retomó la Constitución de 1945, carta magna de cierta inclinación levemente izquierdista, porque era la que mejor se acomodaba a los propósitos revolucionarios y nacionalistas que inspiraron el golpe. Formó un gabinete mixto, en el que, sin embargo, las principales carteras quedaban en manos de oficiales militares en servicio activo. Los partidos políticos mantenían la esperanza de un pronto retorno al orden constitucional, pero sus ilusiones se vieron prontamente desvanecidas cuando Rodríguez Lara anunció su plan quinquenal, anulando así repentinamente las pretensiones políticas de éstos. Entonces empezó a ejercer el poder asesorado por un Consejo de Gobierno, integrado por militares de las tres ramas de la Fuerzas Armadas, el que más adelante fue suplantado por una Comisión Legislativa. Uno de los hitos de su gobierno fue haber pagado íntegramente el saldo de la deuda que se mantenía con Inglaterra, conocida como la "deuda inglesa", la cual había sido contraída durante la guerra de la independencia del Ecuador, para financiarla.

Medidas represivas

El presidente decretó el régimen jurídico de "estado de sitio" y lo mantuvo cerca de cuatro años, durante la mayor parte del tiempo que gobernó. Empezó a gobernar con mano de hierro, pero esta postura paulatinamente se fue ablandando. Encarceló a varios periodistas que se atrevieron a criticarlo. En octubre de 1973 hizo confinar en la Amazonía a varios líderes opositores conocidos. Dicha medida fue tomada de una forma totalmente arbitraria y sin que existiera el debido proceso o un juicio justo para los involucrados, contra quienes ni siquiera existía una acusación específica. Pasados unos meses Rodríguez Lara levantó el confinamiento y liberó a los detenidos. Procedió así debido a una gran ola de críticas provenientes de la prensa que tuvo que enfrentar. El gobierno de Rodríguez Lara también tuvo que enfrentar una violenta ola de protestas estudiantiles, especialmente en Guayaquil, en una de las cuales resultó herida Rosa Paredes, dirigente de los profesores, quien murió poco después.

Fiscalización del último gobierno velasquista

Rodríguez Lara fiscalizó e investigó, con un cierto aplauso inicial de la opinión pública, a algunos altos personeros del último régimen velasquista, no sin caer en ciertos excesos de precipitación como en el caso de Alfonso Arroyo Robelly, quien justamente había sido uno de los ministros favoritos de Velasco Ibarra. Arroyo Robelly fue absuelto luego de pasar largos meses encerrado en la cárcel.

Algunos datos adicionales

Propuso un plan de gobierno de tendencia nacionalista y revolucionaria, el cual estuvo integrado por dos documentos: "Principios filosóficos y plan de acción del Gobierno" y "Plan integral de transformación y desarrollo". Además, decretó el "estado de sitio" y lo mantuvo cerca de cuatro años, durante la mayor parte del tiempo que gobernó, con suspensión de todas las garantías constitucionales, sin que existiera un motivo real o de peso para ello. Confinó en las provincias orientales a varios líderes opositores que se atrevieron a levantar la voz en contra de su gobierno, al que consideraban ilegal, dictatorial y arbitrario. También intervino la Corte Suprema de Justicia e instauró los "Tribunales Especiales". Éstos servían para agilizar la administración de justicia, principalmente cuando sucedían los supuestos delitos de "subversión", pero pronto tuvo que suprimirlos porque se dieron numerosos excesos y abusos.

Obras ejecutadas

Durante su mandato, comenzó la producción petrolera en la región amazoníca del país y con los fondos obtenidos de las regalias petroleras se construyeron obras públicas como hospitales, centros de salud, escuelas, caminos, carreteras (se asfaltó la carretera de Quito a Tulcán), etcétera. También se construyó la refinería petrolera de Esmeraldas, que por muchos años ha sido la más grande del país. Como fundamento del mandato de Rodríguez Lara se proclamó un Movimiento Nacionalista Revolucionario, que en lo esencial proponía la transformación social y económica del Ecuador, utilizando para ello los recursos económicos que generara la exportación del llamado "oro negro".

Adquisiciones de armamento y equipos para las fuerzas armadas

Otra medida digna de mención acontecida durante el gobierno de Rodríguez Lara, fue que se renovaron significativamente los equipos de las tres ramas de las fuerzas armadas, adquiriéndose armamento moderno y acorde a las necesidades de defensa del momento. Un claro ejemplo de esto es que la Fuerza Aérea del Ecuador recibió sus primeros aviones de combate supersónicos, los cazabombarderos Sepecat Jaguar, de fabricación anglo-francesa (1975). También se contrató en Alemania la construcción de tres lanchas equipadas con misiles Exocet para la Armada, las que fueron construidas en un astillero de la ciudad de Bremen.

Desgaste del régimen

Hacia 1974 el régimen rodriguista empezó a desgastarse pública y políticamente. Perdió el soporte del pueblo, que se mostraba visiblemente desencantado porque las riquezas del petróleo no se filtraban en proporción suficiente al aumento del costo de la vida. Los campesinos y los sindicatos le retiraron poco a poco el apoyo que le habían prestado al general Rodríguez Lara. Los partidos políticos de inclinación centrista y derechista reclamaban el retorno al régimen formal. La oligarquía y las compañías petroleras intrigaban con algunos militares de orientación derechista. El gobierno comenzó a referirse a un plan de retorno a la democracia. Las medidas económicas adoptadas a mediados de 1975 para corregir la debilidad de la reserva monetaria internacional despertaron el rechazo de los grupos dirigentes del comercio. El 31 de agosto de 1975, en connivencia con políticos agrupados en un "Frente Cívico", el general Raúl González Alvear y otros generales del Ejército se alzaron en armas.

Intento de golpe de estado en agosto de 1975

El 31 de agosto de 1975 Rodríguez Lara enfrentó un cruento intento de golpe de estado liderado por el general Raúl González Alvear, del que salió bien librado y que dejó un saldo trágico de 22 muertos, incluyendo a un oficial del ejército con el grado de coronel. La motivación para intentar el derrocamiento de Rodríguez Lara estuve en el desgaste que a esas alturas ya experimentaba su régimen. El alzamiento fue dirigido desde una funeraria cercana al palacio de gobierno y produjo serios enfrentamientos entre las distintas facciones del ejército que intervinieron. El escenario de los combates fue principalmente el centro histórico de Quito.
El fracaso de la intentona golpista se debió al apoyo que obtuvo el general Rodríguez Lara de la brigada blindada "Galápagos", que tiene su sede en la ciudad de Riobamba, provincia de Chimborazo. La facción del ejército que intentó el golpe simplemente no tuvo la fuerza suficiente como para imponerse, pese a que el gobierno de Rodríguez Lara ya estaba notoriamente debilitado. González Alvear advirtió que no contaba con el apoyo de la marina de guerra ni de la fuerza aérea, por lo que tuvo que desistir de su intento y rendirse. El general González Alvear posteriormente se exilió en Chile. El intento de golpe tuvo como objetivo devolver la democracia y la instucionalidad al país, lo cual se había perdido. Un claro ejemplo de ello son los diferentes ataques perpetrados a los medios de comunicación por parte del gobierno de facto de Rodríguez Lara.

La salida del poder

El cruento intento de golpe de estado del general Raúl González Alvear fue fulminante, pese a que en un principio no consiguió el propósito trazado, y al final terminó de debilitar al gobierno de Rodríguez Lara. De esa forma, apenas cuatro meses después de la intentona golpista, los comandantes generales del ejército, la marina y la aviación lo presionaron para que renunciara a su cargo, y finalmente lo relevaron del mando el 11 de enero de 1976. Su salida no fue violenta ni traumática: más bien pactó con los altos jefes militares un plazo prudencial para retirarse, lo que le permitió realizar el matrimonio de su hija en el Palacio de Carondelet días antes de entregar el mando, y organizar él mismo el traspaso del poder entre honores militares y con mucha dignidad. El mismo día en que entregó el poder, lo cual aconteció muy temprano en la mañana, se trasladó a su ciudad natal, Pujilí, donde terminó bailando alegremente en las calles, tal como lo demuestran las fotos que existen del acontecimiento, y que posteriormente circularon en los medios de prensa. Rodríguez Lara fue sucedido por el Consejo Supremo de Gobierno, un triunvirato militar integrado por el Almirante Alfredo Poveda Burbano, en representación de la Armada del Ecuador; el General Guillermo Durán Arcentales, en representación del Ejército del Ecuador, y el General Luis Leoro Franco, en representación del la Fuerza Aérea del Ecuador. El triunvirato estaba presidido por el Almirante Poveda Burbano y duró en el poder hasta 1979.

Actividad posterior a la salida de la presidencia

Al dejar el gobierno, el general Guillemo Rodríquez Lara abandonó completamente la vida pública y política, pasando a estar la mayor parte del tiempo en sus propiedades rurales en la provincia de Cotopaxi, dedicándose a una vida muy tranquila, a la ganadería, al cultivo de palma africana, obtención de palmitos, etcétera. Desde entonces no ha vuelto a figurar en política y sus incursiones públicas han sido casi nulas o de muy bajo perfil. Desde que fue defenestrado apenas ha tenido contacto con el periodismo y tampoco ha dado mucho que hablar sobre él. Bien podría decirse que su figura desapareció del mundo noticioso y de la prensa.

2.-Escribir una frase con lo que siente sobre el periodo dictatorial.


La dictadura es para gobernar sin preguntar y mandar a diestra y siniestra, el hombre no puede permanecer en una dictadura tarde o temprano esa dictadura se descubre y se termina desasiendo, porque el gobierno no es mas fuerte que el pueblo, sin pueblo no hay gobierno, el gobierno debe obedecer a su pueblo.

About Syed Faizan Ali

Faizan is a 17 year old young guy who is blessed with the art of Blogging,He love to Blog day in and day out,He is a Website Designer and a Certified Graphics Designer.

0 comentarios:

Publicar un comentario